Monday, July 31, 2006

Pasión de multitudes ?

A veces a los fanáticos no los entienden, mucha gente (sobre todo las damas) no comprende cuál es el motivo por el cual un hombre común y corriente pierde la racionalidad y se pone en trance durante ciento cinco minutos, en que su corazón late con fuerza y su mente solo deambula en una esperanza que está en los pies de quienes defienden el equipo de sus amores en el estadio, a veces a cientos y hasta miles de kilometros, a través de una imagen televisiva, una señal de radio, internet o cualquier otro medio que la tecnología a puesto a su servicio, procurando establecer ese sagrado vínculo contraído con la camiseta de su pasión.
Este domingo me pasó una cosa curiosa, tenía todo previsto para ir desde Santiago a Viña a ver a mi Everton querido, claro, jugabamos nada menos que con el campeón vigente, que para colmo de males llegaba con todas sus figuras estelares a nuestros pastos, ideal, buen partido, buen día, buen clima, pero no contaba con que el virus sincicial entraría a mi casa desbaratando de una plumada mis planes de viaje. Claro el partido en cuestión lo daban por el CDF, espectacular, para verlo en casa de algún amigo, el problema es que ese amigo nunca estuvo, claro posiblemente con suerte el 0.05% de la poblacion de Santiago debe ser simpatizante del Everton ¿que hacer?, ir a verlo a algun Pub o fuente de soda en que consumiendo una cervecita pasaría piola, mala idea de pensar que era obvio que estaría llena de indios, vivo en Pudahuel, enclave "arbo" por antonomasia, mejor paso, pero ya son las dos de la tarde, hora de almuerzo, 3 de la tarde y un viaje al centro de stgo. urgente a una farmacia escuchando los preliminares del match, Hasta que llegó la hora, 4 de la tarde hora del partido en la radio se escuchaba el relato de un partido intenso de trámite parejo, y justo ahí fué la perdida de conciencia, salgo de mi casa tomo mi auto y sin más me lanzo a buscar algun Pub con CDF, encuentro uno a unas 20 cuadras de mi casa, entro y ya el Ever había embocado el primero, trato de buscar el sector no fumadores, no hay, bueno será para la próxima, no había segregación por esa vía, miro una nube toxica de humo y cerveza, pero lo peor eran decenas, centenas de camisetas albas, de marca legal, del persa, del bio bío, huuuuuuuuu, decían y el mati fernandez los dejaba una vez más con los crespos hechos, paso timidamente me ubico en una mesa, ocupada, con dos colocolinos, quienes "gentilmente" me hicieron un espacio, pido una cerveza para entrar en confianza pregunto como vamos?...perdiendo me responden y Waaaaaaaaa, chuc&%$@?# y la que te par&%$ç&, expulsado un indio. Entretiempo y al baño a estirar las piernas, segundo tiempo y ya ahora se nos vienen encima, pero no, fueron los 30 minutos mas largos de mi vida, lo unico que queria era que terminara el partido porque pensé hace un gol el ever y me funo, Gooooooooooooollllll del carucha y me paro pero no me salió ni un murmullo, me siento y digo biiieeenn, pero por dentro mi corazón deseaba estar en el sausalito gritando a todo pulmón con mis amigos de galería, pienso un minuto y digo mejor me voy feliz, total quedan 9 minutos, pero el destino me jugó una mala pasada contragolpe................y GOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLL lo grité como del alma, el tercero y pensé acá me rajan entre todos....... Pensé en mi familia, en lo cruel que es el destino para nosotros, que ni siquiera se puede disfrutar un triunfo como dios manda, mientras de a poco habría los ojos y miraba a todos los del Pub que no entendían quien cresta celebraba el gol............lo primero que se me ocurrió decir fué : " soy viñamarino....y nunca pensé que ganabamos el partido", a lo cual algunos sonrieron ironicamente, otros enojados siguieron bebiendo su cerveza que ya a esa altura era muyyyyy amarga. Fin del partido y por seguridad pido otra cerveza mientras los parroquianos abandonaban piola el lugar.........Uffffff, quien cresta me mandó a no ser racional, habré querido inmolarme por mi Ever?, pero al fin de cuentas fue un domingo más que hermoso, afuera el sol brillaba mas que nunca, perdiendose hacia la costa, sería mi Viña que sonreía de felicidad.